ii.- LA EXPERIENCIA DEL NACIONALISMO


Está abierta la perspectiva de la revolución acaudillada por el proletariado porque éste y las masas explotadas y oprimidas en general han madurado políticamente en la amarga experiencia del nacionalismo pequeño-burgués lleno de traiciones. Ha vivido el ciclo nacionalista en su integridad: desde sus posturas antiimperialistas hasta su degeneración fascista y neoliberal desembozadamente antiobrera, antipopular y pro-imperialista.

Fueron las masas insurrectas las que con las armas en la mano transformaron el golpe de estado movimientista en revolución social que echó del poder a la feudal-burguesía el 9 de abril de 1952.

El MNR con traje prestado se presentó ante las masas como expresión de los postulados de la Tesis de Pulacayo cuando en verdad lo que planteaban nada tenía que ver con ella. Contra lo que señala la Tesis de Pulacayo el nacionalismo plantea la posibilidad de cumplir las tareas democráticas pendientes: la liberación nacional del imperialismo y el desarrollo económico para vencer el atraso, dentro del marco capitalista, es decir, respetando la gran propiedad privada de los grandes medios de producción y la convivencia con el imperialismo. Postularon la alianza de clases pero no bajo la dirección del proletariado sino de la pequeña-burguesía, es decir, de la política de la clase dominante: la burguesía que ellos buscaron potenciar y hasta crear desde el gobierno.

Esas mismas masas insurrectas impusieron al Poder Ejecutivo las tres más grandes medidas decretadas desde el poder por el MNR: la nacionalización de las minas, la reforma agraria y el voto universal. Pero el MNR y sus agentes incrustados en la COB, Lechín y compañía, se encargaron de deformarlas y ponerles su sello pro-burgués y pro-imperialista.

La nacionalización de minas se hizo indemnizando generosamente a los barones del estaño para luego desangrar económicamente y arruinar adminis-trativamente a la COMIBOL. El propio MNR al final de su ciclo, acabó relocalizando a los mineros y privatizando las minas, el petróleo y cuanta empresa estatal existía.

La reforma agraria fue impuesta por la acción de los campesinos que comenzaron a ocupar las haciendas antes que se dictara la Reforma Agraria. La Reforma Agraria movimientista salvó a una buena

laparte de las haciendas consideradas mecanizadas y en lugar de mantener las haciendas de los gamonales como unidades productivas de propiedad colectiva de sus colonos, las parceló dando nacimiento al minifundio improductivo en el que las familias campesinas  sobreviven en la miseria y el atraso con medios de producción arcaicos, pre-capitalistas.

El Voto Universal no se apartó un milímetro de la ficción jurídica burguesa de que todos somos iguales ante la ley y la papeleta electoral, ficción que ignora la realidad en la que el poder de la clase dominante es el que impone su política. La democracia burguesa es una forma encubierta de su dictadura contra las mayorías explotadas y oprimidas como nos consta a todos por la experiencia.

El nacionalismo se propuso la estructuración de un Estado Nacional poderoso que hiciese posible el desarrollo de la democracia burguesa; propiciar los avances modernos del capitalismo de Estado, sin violentar lis límites capitalistas; desarrollo e industrialización del país con la ayuda de los organismos controlados por el imperialismo. Tales propósitos han fracasado y el MNR ha concluido de hinojos ante el imperialismo y masacrando obreros para imponer la paz social cuando las masas explotadas se independizaron del control movimientista. A la luz de la experiencia del fracaso nacionalista, los trabajadores comprendieron que había que retomar las banderas de la Tesis de Pulacayo y que la lucha debe ser por la toma del poder por la clase obrera acaudillando al conjunto de la nación oprimida. La cúspide de este proceso de maduración política fue la constitución de la Asamblea Popular como órgano de poder obrero y popular el 1º de mayo de 1971. La respuesta nacionalista a la lucha de las masas fue el fascismo, primero con Barrientos,  masacrador de mineros, y luego con Bánzer en alianza con el MNR y FSB.

El gobierno del MAS, igual que todos los gobiernos burgueses, no ha transformado la naturaleza esencial del país: país capitalista atrasado, por el contrario se ha esforzado por remozar las relaciones económicas basadas en el respeto a la gran propiedad privada de los medios de producción, en asegurar a las transnacionales el sometimiento del país a los intereses del gran capital financiero imperialista, vale decir, en reproducir las condiciones históricas que determinan el atraso del país y en reeditar con adornos indigenistas, la experiencia fallida del nacionalismo.